jueves, 5 de marzo de 2015

El "tic tac" del PP

La calma de Mariano Rajoy a la hora  de tomar decisiones ha sido de gran utilidad en muchos momentos en España, ya que dicha templanza hizo que no se dejara arrastrar en 2012 por las voces que apelaban a que España debería pedir un rescate a la Unión Europea. Es cierto que sí hubo rescate financiero, pero no lo es menos que habría sido mucho peor para nuestro país el que hubiéramos llegado a estar en una situación similar a la que sufre Grecia.

Pero esta misma calma ha ocasionado graves problemas en su partido, el PP. El último episodio se está viviendo en Madrid, ante el estupor de los militantes y simpatizantes del partido,  que ven como por la negativa de Rajoy a designar ya a los candidatos que se presentarán a las elecciones municipales  y autonómicas del 24 de mayo, las peleas internas de quienes tienen unos u otros intereses están recrudeciéndose por momentos, cayendo  en algunos casos en la guerra sucia.

Así, en plena capital española, los ciudadanos están asistiendo a una desagradable telenovela sin haberles preguntado siquiera si deseaban poner ese canal de televisión. Viajes, chantajes, comisiones de jueces, espionajes y  denuncias y declaraciones cruzadas entre Ignacio González y miembros de la Policía amenazan con dejar al PP madrileño todavía más lejos de la mayoría absoluta de lo que vienen adelantando las encuestas.

Si realmente el presidente de la Comunidad de Madrid ha cometido algún delito con la adquisición de su ático en la Costa del Sol, lo que deben hacer los tribunales es investigarlo, juzgar a González y condenarlo posteriormente. Pero si lo que sucede, dado que la causa ha sido archivada en varias ocasiones, es que Rajoy y una parte del PP quieren eliminar a González de la carrera política, lo que deberían hacer ya es decirlo claramente y nombrar a los cabezas de cartel del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad.

La cobardía y la falta de decisiones valientes en política no suelen traer buenas consecuencias, y además, el tiempo corre en contra del PP, y de todos los partidos que no empiecen ya a confeccionar un mensaje claro y conciso a la ciudadanía. Así, no estaría mal que alguien hiciera a Rajoy escuchar el “tic tac, tic tac” de Pablo Iglesias, porque a este paso, para cuando lleguen las elecciones, al PP todavía no le habrá ni sonado el despertador para ponerse a trabajar.

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